Un evento muy lamentable en el que se perdieron vidas, se rompieron familias, hubo daños materiales y muchos temas en discusión.

Uno de los temas más discutidos en medios y en redes sociales es la forma en la que se indemnizará a las familias afectadas.

La aseguradora Grupo Mexicano de Seguros (GMX) ya publicó un comunicado en el que se pronuncia lista para proceder conforme a los protocolos para este tipo de siniestros.

Sin embargo, muchas personas han expresado inconformidades por los tiempos de respuesta necesarios para apoyar a todas las familias afectadas.

El seguro con el que cuenta el Metro es por responsabilidad civil y cubre daños a terceros, incluyendo a los pasajeros. Pero como en todo seguro, hay un protocolo que debe seguirse, un trámite que hacer.

No es un tema de falta de empatía, ni se trata de alguna política cuya intención sea evitar el pago. Este accidente muy probablemente será cubierto por la aseguradora, una vez que se haga el trámite y la investigación correspondiente.

Una cuestión importante aquí es: ¿por qué esperamos a que algo malo pase para tomar acciones que nos ayuden a aliviar, al menos en parte, las problemáticas de la vida?

Después del temblor del 2017 hubo un aumento en la contratación de seguros de hogar. El año pasado hubo un aumento en la contratación de los seguros de gastos médicos mayores y de vida motivado por la pandemia. En el 2018 trabajaba como asesor de ventas para una reconocida funeraria y recuerdo muy bien dos accidentes vehiculares que provocaron que aumentara la contratación de planes funerarios de previsión: uno en Av. Constituyentes, en donde un camión aplastó un vehículo en donde viajaba una familia. El conductor y el copiloto murieron y los niños, que viajaban en el asiento trasero fueron llevados en helicóptero para ser atendidos; el otro fue un trailer a exceso de velocidad en la México-Toluca, a la altura de Santa Fe, que impactó varios vehículos antes de estrellarse, dejando varios lesionados.

Todos los días estamos expuestos a múltiples riesgos, pero sólo cuando vemos que pasan o se vuelven reales tomamos acciones que podrían marcar la diferencia cuando un evento de estos pasa.

¿Cuántos afectados por Covid-19 hubieran querido contar con un seguro de gastos médicos mayores para atenderse? ¿Cuántas familias que perdieron a un ser querido, que además era el principal sustento económico, pudieron beneficiarse de un seguro de vida?

Los temas de previsión en México están muy desatendidos y hay un porcentaje demasiado bajo en temas de seguros, de planes de previsión funeraria y servicios preventivos en general.

En esta vida tan caótica e incierta, no podemos depender de que el otro tenga o no seguro o los recursos necesarios para indemnizarnos si somos afectados de alguna forma por un tercero.

En este caso se trata del gobierno y las indemnizaciones serán a través de su seguro de responsabilidad civil. Pero si los afectados tuvieran un seguro de gastos médicos o un seguro de vida, ellos y sus familias recibirían apoyo antes de que lleguen las indemnizaciones del seguro del metro.

En una economía tan afectada y con salarios tan bajos, no todos pueden costearse un seguro de gastos médicos amplio. Pero con lo mucho o con lo poco que tengamos, bien administrados, siempre habrá formas de prevenir, al menos en lo financiero, mediante ahorro, seguros, inversiones, etc.



Promovamos una cultura de previsión. Fomentemos la educación financiera, los buenos hábitos financieros, buenos hábitos alimenticios, de salud y demás temas que nos podrían ayudar a preservar la salud, la vida, la economía, la educación y todo aquello que hasta ahora el gobierno no ha podido facilitar a la población total.