Las dos principales armas de los defraudadores son la paciencia y el conocimiento.

Es muy probable que si ya sufriste un fraude o si lo estás sufriendo llevabas un tiempo en la mira y te estudiaron a fondo para saber cómo atacarte.

Con esa misma paciencia debes estudiar a fondo los servicios que deseas antes de contratarlos para que puedas aprender cómo detectar un fraude y para que puedas evitar caer en ellos.

¿Qué puedo hacer para evitar sufrir un fraude?

Consulta los sitios web oficiales de las autoridades y de los reguladores financieros para corroborar la legalidad de todas las partes que intervienen en tus servicios financieros.

Debes validar que todas las instituciones y todas las personas relacionadas con tus servicios financieros cumplan con su regulación aplicable: instituciones financieras, intermediarios, proveedores, despachos de cobranza, personal, etc.

Por ejemplo, si vas a contratar un seguro, en el sitio web oficial de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), el regulador del sector, podrás encontrar la lista de aseguradoras autorizadas para operar en México y un buscador donde podrás validar la cédula de tu agente de seguros, entre mucha más información relevante. En el portal de la Condusef podrás encontrar el registro de contratos de adhesión de seguros, comparadores y más información sobre las aseguradoras y sus servicios.

Cada tipo de servicio financiero está sujeto a una regulación propia de su sector y tiene una autoridad que vigila el cumplimiento de su regulación: el mercado de valores y el sector bancario tienen a la CNBV, el sector asegurador a la CNSF y el sistema de ahorro para el retiro a la Consar, además de que la Condusef vigila a las instituciones de todo el sistema financiero y defiende a sus usuarios.

Verifica que los datos de contacto y los medios a través de los que contratas tus servicios sean oficiales.

La mayoría de las instituciones financieras tienen verificadas sus cuentas de redes sociales. El dominio de sus sitios web suele ser su nombre comercial. Sus portales web tienen certificaciones de seguridad. Además, su nombre comercial, su razón social y sus datos de contacto se encuentran en los documentos oficiales de sus servicios.

Evita abrir correos y mensajes o atender llamadas desconocidas de direcciones o números no verificados, en especial si incluyen enlaces o archivos adjuntos, en especial si tú no solicitaste que te contactaran o si no puedes verificar que son medios de contacto oficiales de tu institución, de tu asesor o de quien te atiende.

Verifica que quienes te atienden sean representantes oficiales de la institución financiera.

Los agentes y asesores de las instituciones financieras tenemos una clave interna que nos identifica. Puedes marcar a la institución y corroborar la clave, así como el tipo de relación que tenemos con la institución financiera.

Si hay más de un interviniente o participante en el tipo de servicio que quieres contratar, cada parte debe estar relacionada legalmente a través de algún convenio o contrato que deberías poder corroborar con cada una de las partes.

Si no puedes verificar que el asesor, bróker o despacho que te está atendiendo tiene una relación contractual o legal con la institución que se supone que representa ten mucho cuidado.

Confirma siempre la validez y legalidad de todos los documentos que te presentan.

Debes revisar a detalle todos y cada uno de los contratos y documentos relacionados con el servicio que vas a contratar. Por ejemplo, folletos, solicitudes, formatos, carátulas, pólizas, condiciones generales, anexos, endosos, recibos de pago, etc.

Cada tipo de servicio financiero tiene una documentación específica y es independiente de cualquier otro servicio asociado o relacionado.

Si buscas un crédito que incluye seguros, como un crédito automotriz, revisa toda la documentación de cada uno de los servicios incluidos. Debes tener un contrato para el crédito y uno para cada seguro, incluso si todos los seguros se mencionan en el contrato del crédito.

La mayoría de las instituciones financieras tienen documentación oficial en sus sitios web sobre los servicios que ofrecen y los defraudadores pueden hacer mal uso de ella, es por eso que debes revisar todo a detalle para evitar que te engañen.

Si los documentos del crédito son oficiales, pero te piden que pagues un seguro de una aseguradora no regulada, que no existe o con recibos de pago falsos es muy probable que se trate de un fraude.

Nunca realices pagos a terceros y usa siempre los medios oficiales de tu institución financiera.

Los servicios financieros pueden tener distintos objetivos, como ahorrar, invertir, proteger o financiar, pero todos implican transacciones de dinero. Siempre usa métodos oficiales y seguros para hacer estas transacciones y evitarás riesgos de fraude.

Antes de hacer pagos en línea verifica que la plataforma de pagos sea propia o sea un medio oficial de la institución financiera. Si haces tu pago vía telefónica, verifica que sea desde un número oficial.

Siempre que realices pagos en línea o por teléfono utiliza tarjetas digitales o códigos de seguridad dinámicos para reducir el riesgo de transacciones no autorizadas, mal uso de los datos y que se guarde tu información de pago.

Si haces pagos por transferencia verifica que las cuentas destino estén a nombre de la institución financiera, nunca a nombre de terceros ni de los asesores, agentes o cualquier persona física.

Cuando realices pagos en efectivo usa siempre los recibos oficiales de las instituciones financieras, paga en sus instalaciones o, si haces depósitos en bancos, verifica que la cuenta esté a nombre de la institución que corresponda.